Postales: César Bisso en territorio mítico. Todos los cuentos de Chéjov. Pescetti y Natacha. Auster en septiembre y Connolly en enero de 2017

Bisso en su territorio mítico. “Dispongo del mismo tiempo / que aquel niño en la orilla”, nos advierte el poeta César Bisso y, como tomándonos de la mano, nos pide que aceptemos su invitación de acompañarlo para sumergirnos en su mítico territorio, donde todos están: el padre jugando al ajedrez, el perro bajo la mesa, Pipi, Gringo, Tato, Nutrio, Coco, que saludan, y las pequeñas casas, y la gente común, y el pez en el agua. Y el agua, sempiterna. Y el río, que “es otro sol que alumbra desde abajo”.
El escritor nació en Coronda, provincia de Santa Fe, y desde hace años vive en Buenos Aires donde desempeña tareas profesionales. Pero en su ánimo, en sus emociones más íntimas, la tierra de la frutilla, del extenso verano, está presente y vuelve a ella, una y otra vez, en sus poemas. Lo ha hecho en varios libros anteriores, pero esta vez la zambullida emocional, existencial, parece, y es, más profunda, como si ahora se hubiera decidido a contarnos todo. Y ese todo tiene que ver con la infancia, donde recibió los jugos nutricios que lo alimentaron y aún hoy lo mantienen vivo.
“Un niño en la orilla” es su última entrega, esa totalizadora, y en la que más se expone porque se busca como pequeño, con las luces y las sombras que acompañan siempre a la infancia. “Me permitiré llamar a César Bisso el poeta de la memoria, porque no encarcela a la infancia con viejos almanaques, sino que la echa a volar para que siga viva”, nos advierte León Komorovski en el prólogo de este libro dividido en dos partes: la primera nos habla en presente, porque es el niño el que dice desde una suerte de espacio intemporal. La segunda a su vez habla “mirando hacia atrás”, dado que esas páginas están dictadas por la nostalgia.
“Mis ojos trenzan / retazos de cielo, / y destrenzan / fulgores de islas”, nos dice el niño, como también nos cuenta de sus andanzas con el perro, de cómo recibió en sus manos la sorpresa de una pelota, y de qué manera se jugaba en la  casa de las fantasías de Celia Forchino, en la que “ella, previsora, al caer la noche, abriga el sol con hojas de parra, y lo guarda en un estuche para que nos alumbre al día siguiente”.
Tales los hechos mágicos y cotidianos del “Cerca”, en tanto que “Lejos” arroja otros resultados, porque el poeta le advierte al lector que está de pie, pero “frágil, sujeto al último deseo”, mientras escucha andar por senderos de agua al padre de bondad, a la madre impenitente y a la hermana temblorosa. Nos cuenta que “permanece en la antesala del crepúsculo”, pero sin llegar al río. Nostalgia, como se dijo, dolor por lo perdido, pero todo eso tamizado, cobijado por la emoción, por la memoria fiel.
Es bueno y cálido este retorno a las fuentes de César Bisso, leal a lo que fue, a lo que sigue siendo, por inmaterial, por imperecedero, en su corazón. Libro para celebrar.
(“Un niño en la orilla”, Editorial Ciudad Gótica, Rosario, 2016, 100 páginas).

Chéjov, todos los cuentos. Cuando la madrileña editorial Páginas de Espuma, señera desde hace años por su tozuda dedicación al género cuento, anunció que se proponía publicar la totalidad de los cuentos del excepcional Antón Chéjov, en nuevas versiones confiadas al especialista Paul Viejo, generó sorpresa por el tamaño y la ambición de la empresa, dado que si bien el gran escritor ruso vivió sólo 44 años, escribió de una manera tan prolífica que aún asombra.
Considerado como uno de los padres del cuento, tal como hoy se lo concibe, Chéjov escribió, y publicó centenares de ellos, a partir de los 20 años (1880). Lo concreto es que el sello ha concluido, en cuatro años, la referida hazaña editorial, puesto que termina de aparecer en Madrid el cuarto tomo de la serie. Para que el lector de esta crónica tenga idea de lo que hablamos, cabe precisar que cada volumen tiene entre 1.100 y 1.200 páginas. El cuarto y último, que abarca los años 1894 a 1903, incluye casi cincuenta cuentos. Una verdadera “fiesta” para la literatura, con el adicional de que cada tomo viene acompañado por una serie de notas sobre la vida y la obra del autor de “La dama del perrito”, más referencias técnicas sobre los cuentos seleccionados. Una fiesta, como se dijo.
(Los libros de Página de Espuma, con una cierta demora, son distribuidos en la Argentina, donde pueden conseguirse, hasta ahora, los tres primeros tomos de la serie).

La señorita Natacha y el señor Pescetti
Una infanta llamada Natacha. Hace ya veinte años que el escritor, músico y actor, entre otros quehaceres, Luis Pescetti –multipremiado y “multi” querido por los chicos de muchas partes del mundo- nos viene contando las aventuras de Natacha, una criatura de nuestros días, habitante de la gran ciudad, que está aprendiendo la dura experiencia del existir. Pero a no desesperarse, que por suerte Natacha no está sola. Por de pronto tiene a su lado a la inquebrantable Pati, compañera leal como no hubo ni habrá otra igual, su indomable perro Rafles, y sus padres, que tratan de educarla, acompañarla, comprenderla. Y, sí, soportarla, lo cual es bastante estresante, para usar una palabra liviana.
Ahora Pescetti, que vaya a saberse cómo consigue tiempo libre entre escritura, presentaciones, viajes por distintos puntos del planeta Tierra, nos entrega otro título que habla de las historias de la inefable criatura. Entre episodio y episodio se da tiempo para entregar un manual, que con mucha generosidad Natacha  lo dedica a toda la humanidad, pero que está centralmente dirigido a los padres, esos seres no precisamente bajitos que suelen dar considerable trabajo a sus hijos, de los que todo tienen que aprender.
Pescetti ha logrado captar la manera de hablar, pensar y expresarse de nuestros niños informatizados y poco afectos a la escuela a la que asisten a veces con muestras inequívocas de estoicismo, cuando no de valentía (especialmente cuando nada recuerdan de las lecciones impartidas el día anterior, o la hora anterior…).
Hace años también que reímos bastante con las historias de Natacha, sus amigos y hasta sus enemigos (amigas: las chicas Perla, enemigas, las chicas Coral), mientras nos enteramos que si bien en este mundo hay princesas la batalla contra los zombíes es implacable e interminable. En una sociedad compleja, donde es cierto que suele ser muy difícil hacer pie, vale la pena detenerse cada tanto en el oasis llamado Pescetti.
(“Niños: guía del usuario (Natacha)”, de Luis Pescetti. Loqueleo, Buenos Aires, 2016, 180 páginas. Ilustraciones de Pablo Fernández. En Argentina: 159 pesos).

Auster, en septiembre. Será finalmente Seix Barral, un sello del conglomerado Planeta, el encargado de publicar en septiembre venidero la última novela de Paul Auster, "4,3,2,1”, según confirma “El País” de España.
De esa manera cesará la relación que durante años el autor norteamericano mantuvo con Anagrama, editorial que también perdió recientemente a otro de sus autores emblemáticos, Roberto Bolaño, quien es publicado en la actualidad por Alfaguara (en estos días se ha ordenado en España la devolución de los libros de Bolaño editados por el sello de Jorge Herralde que se encuentren en depósito, luego de un litigio con la viuda del autor chileno).
Respecto de ·"4,3,2,1”, se indica que aparecerá simultáneamente en España y los países de América Latina (en enero próximo se conocerá en los Estados Unidos) y en su nueva novela Auster habla otra vez de “la aceptación de la vida y la realidad que a uno le ha tocado en suerte, la más de las veces de manera azarosa”. Esta vez lo hace, expresa el periódico, de una forma distinta.
Así, el protagonista, Archibald Isaac Ferguson, nacido al igual que Auster en 1947 en un hospital de Newark, es el primer y único hijo de Rose y Stanley. Se agrega que “Isaac vivirá una especie de desdoblamiento con cuatro personajes que comparten el mismo nacimiento y ADN pero que, por ese azar del destino tan característico en Auster, viven en paralelo.
A pesar de ser, en el fondo, la misma persona, sus vidas serán bien diferentes e independientes según las decisiones que van tomando a lo largo de su vida. Y eso rige tanto en su relación con otras tantas Amy, como en la elección de sus amigos, como en su actitud ante algunos de los acontecimientos más emblemáticos del siglo XX, entre ellos el asesinato del presidente John Kennedy o las primeras revueltas sociales".
Los editores anglosajones del autor de “Invisible” dicen que la novela inédita debe ser considerada como “El trabajo de coronación de la extraordinaria carrera de este autor magistral”. Aguardamos el libro, con toda expectativa.

La nueva aventura de Parker.  En un informe que el irlandés John Connolly, creador del atormentado detective Charles Parker, ofrece habitualmente a sus lectores, ha confirmado que en enero venidero Tusquets pondrá a la venta en castellano y en España la última de las historias del investigador de Maine, que en nuestro idioma se titulará “La canción de las sombras”. La tapa del libro, que se publicará en Argentina en febrero de 2017, de alta significación alegórica, es la que el mismo autor difundió en dicho informe y que aquí reproducimos.
En tanto, la saga del detective Parker se ampliará con una nueva historia. La novela que en inglés se titulará A Game of Ghosts (“Un juego de fantasmas”) se demorará un poco más en ser conocida, puesto que aparecerá en abril del año venidero en el Reino Unido y entre julio y agosto de 2017 en los Estados Unidos.
El mismo Connolly cuenta que en la nueva historia Parker se pone en la búsqueda de un amigo, Jaycob Eklund, “cuya desaparición ha llamado la atención del agente especial del FBI Edgar Ross”, porque Eklund se ha especializado, precisamente, en homicidios y desapariciones.
Agrega el autor que, como suele ocurrir en las dolorosas historias protagonizadas por Parker, su búsqueda “le llevará a un mundo de crímenes y horror, gobernado por una madre monstruosa y vigilado por cosas que provienen más allá de este mundo”. Nadie puede negar habilidad a Connolly para despertar la curiosidad de sus seguidores.

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